En cuanto a las comidas de Navidad, seguramente no cambien mucho de un año a otro. Dónde y con quién comemos probablemente esté decidido desde hace tiempo así que la cuestión es decidir qué se va comer, hacer la compra y prepararlo. De la misma forma que con los regalos se puede repartir un poco esta tarea. Si vamos a comer en casa de alguien, aunque principalmente la persona que nos reciba sea la que se encargue de la mayoría de los platos, se le puede ayudar llevando alguno que podamos preparar de antemano como un postre o algún entrante. Normalmente los menús no varían mucho de un año a otro y tendemos a comprar los mismos productos cada año, por ello estas compras se pueden ir realizando de forma gradual. Por un lado esto hace que el impacto económico no sea tan repentino y por otro nos da la oportunidad de cambiar algún producto, quitarlo o añadirlo, si nos apetece modificar parte del menú. En cuanto a la preparación de la comida hay algunas cosas que podemos hacer con antelación y no el mismo día o el día anterior. Por ejemplo, si vamos a tomar sopa, el caldo podemos hacerlo antes y congelarlo, así el día de la comida solo habrá que sacarlo y añadir la pasta para la sopa. Si vamos a hacer fritos caseros el relleno también podemos prepararlo con unos días de antelación e incluso podemos dejarlos rebozados y congelarlos. Así que podéis ir adelantando algunas cosillas esos días que tengáis tiempo y ganas para no encontraros con todo el trabajo sin hacer el día de antes.
Las decoraciones de la casa probablemente estén puestas también desde hace un tiempo, pero si todavía no lo están es el momento de hacerlo. Los adornos suelen ser los mismos cada año aunque hay personas que añaden algo nuevo cada año. Así que la forma de colocarlos no tiene misterio, seguramente decoremos la casa de forma muy similar todos los años. Si tenéis niños, es un buen momento para que participen y os ayuden ya que ellos estarán contentos y entretenidos y vosotros tendréis algo menos de trabajo. Si no los tenéis podéis animar a vuestros familiares y amigos a que os ayuden, puede ser un momento divertido y de desconexión del día a día.
Por último, para aquellos que salen de fiesta y quieren estar perfectos lo mejor es que busquen en sus armarios las posibilidades de vestuario que tienen con antelación. No hace falta fijarnos en cada pequeño detalle porque al final, lo importante es que podamos disfrutar de la compañía de nuestros amigos y familiares. Sin embargo hay quienes sí buscan esa perfección. A todos ellos les sugiero que busquen en su armario algo que ponerse en primer lugar; a veces, hay un vestido o un conjunto que no nos termina de convencer pero si añadimos algún complemento quizás sea la respuesta. Si no encuentran algo que les convenza que busquen en alguna tienda algo que les parezca más adecuado. Y sobre todo, cuando tengan el modelo que se aseguren de que les queda bien, que están cómodos con lo que han elegido y que tienen claro que eso es lo que quieren ponerse.Por último, que preparen el mismo día todo lo que van a llevar puesto. Si no, sus ganas de estar perfectos puede que les juegue una mala pasada. Así que principalmente podemos resumirlo en:
a Planificar la lista de regalos, con quién y dónde van a ser las comidas, qué se va a comer y qué nos vamos a poner para salir de fiesta.
a Adelantar: buscar online los regalos o ideas, preparar los regalos que vayamos a hacer nosotros mismos, dejar hecha y congelada la comida que se pueda hacer por anticipado, organizar la ropa que nos vayamos a poner y dejarla preparada.
a Distribuir la compra de los regalos entre todos los miembros de la familia que sea posible, la compra de lo necesario para las comidas de navidad, la preparación de alguno de los platos del menú y la decoración de la casa.
a Y sobre todo, centrarnos en que lo más importante es poder disfrutar de estas fiestas con las personas a quienes queremos, poder desconectar y relajarnos.