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Sexo, jóvenes e ITS

Este mes os hemos hablado de la salud sexual y hoy queríamos continuar un poco con este tema hablándoos de las ITS. Hace poco las noticias informaban del aumento del número de personas que presentaban alguna Infección de Transmisión Sexual (ITS), principalmente gonorrea, clamidia y sífilis. Por ello, a través de los órganos oficiales están lanzando campañas periódicas para fomentar el uso del preservativo y ayudar a prevenir el contagio de estas enfermedades, principalmente entre los jóvenes que es donde más aumento ha habido.

¿Por qué está aumentando la transmisión de ITS?

Por un lado, las nuevas tecnologías facilitan el acceso a mucha información en Internet, dentro de la cual encontramos todos los temas sexuales. La edad a la que se empieza a tener acceso es cada vez más temprana; los padres ya usan tablets y smartphones para entretener e interactuar con sus hijos desde los 2-3 años. Aunque en estas edades el menor aún no tenga capacidad ni oportunidad de acceder a los contenidos que quiera, sí que pueden hacerlo a partir de los 8 años, según ha publicado un estudio que compartimos con vosotros en un post anterior. En este estudio, indicaban que los menores, ya desde los 8 años, tienen acceso al porno.

Todo lo relacionado con el sexo es complejo ya que todavía hoy en día es un tema tabú. Todavía hay una gran parte de la sociedad que por nuestra herencia cultural lo considera como algo prohibido o sucio. Esta manera de pensar y tratar al sexo lo que pretende es alejarnos de él, pero sobre todo en los jóvenes genera el efecto contrario, provocando un morbo y un interés que al final deriva en que muchos menores acaben buscando porno para satisfacer su curiosidad. El problema de esto es que el porno no muestra la realidad del sexo ya que está inspirado en fantasías y no tanto en la vida real.

El no tener la información adecuada (en relación al sexo) a su diposición, provoca que muchos jóvenes creen un concepto del mismo que está idealizado, que no incluye los riesgos que conlleva y que en la mayoría de los casos no tiene en cuenta las medidas de protección que deberíamos seguir. Cuando somos jóvenes, más aún en la adolescencia, no tenemos tantos miedos ni le damos tanta importancia a las consecuencias de nuestras acciones y además solemos tender a ir en contra de lo establecido. Todo ello lleva a conductas impulsivas y de riesgo, de mayor o menor importancia, en todos los ámbitos de su vida incluido el sexual.

 

¿Qué podemos hacer para evitarlo?

Lo primero es tratarlo como algo natural y normal, porque lo es. Es importante educar tanto en casa como en el colegio sobre el sexo; dejando muy claro el concepto, los riesgos que conlleva y cómo se pueden prevenir. Es importante no educar desde el miedo, sino explicando los motivos de forma lógica y hablando de las posibles consecuencias (sin usarlas como amenaza).

Cuando un niño está enfermo, le explicamos que debe tomar una medicina para poder recuperarse y volver a jugar con sus amigos. Habría que explicar a los adolescentes de este mismo modo que el sexo, aparte de sus funciones reproductivas y como una parte más de las relaciones de pareja (que nos ayuda a hacer nuestros lazos emocionales más fuertes) conlleva una serie de riesgos que pueden prevenirse de manera muy sencilla: con un preservativo.

Las relaciones de pareja han cambiado mucho durante los años, puede que a algunos de los que hoy en día sois abuelos no os parezca normal u os disguste el hecho de que las parejas no sean "para siempre". Muchas parejas hoy en día se separan o divorcian, algo que antes estaba muy mal visto. Las relaciones sexuales se inician a una edad más temprana, cuando antes la mayoría esperaba hasta el matrimonio. Hay menos parejas que deciden casarse, a pesar de que vivan juntos y tengan hijos, cosa prácticamente impensable antes. Nuestra forma de pensar en este sentido ha ido cambiando poco a poco, siendo más abiertos a la hora de concebir las "normas" de las relaciones de pareja y sexuales. Todo esto es muy positivo porque nos da libertad de decidir lo que queremos y de poder cambiar de opinión, pero también puede derivar en un aumento de las conductas de riesgo si no se educa adecuadamente.

Por todo esto, creo que es muy importante que los jóvenes tengan toda la información necesaria sobre el sexo. Es cierto, que el porno siempre va a estar ahí y que ahora es mucho más fácil acceder a él, algo que solo podemos evitar en cierta medida. Sin embargo, sí que está en nuestra mano proporcionar a los jóvenes la información adecuada que les ayudará tanto a prevenir la ITS, como los embarazos no deseados y a llevar una vida sexual saludable y segura.

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¿Qué implicaciones emocionales conlleva la situación laboral actual?

Hoy queremos continuar con un tema relacionado con el post anterior. La semana pasada analizábamos cómo ha influido el situación laboral actual en el desarrollo de nuestras vidas. Hoy, queremos abordar cómo vivimos esta situación y cómo nos afecta en cuanto a nuestras emociones y sentimientos.

El hecho de que las ofertas de trabajo sean escasas, temporales y cuyos salarios son bajos nos genera una serie de emociones negativas. Dependiendo de la situación en la que nos encontremos podemos sentir frustración, impotencia, ansiedad, desánimo e incluso una tristeza profunda. Esta forma de sentirnos responde a cuál es nuestra situación concreta y cómo nos vemos a nosotros mismos al enfrentarnos a ella. Por ejemplo, si la situación es que nos rechazan sistemáticamente en las ofertas de empleo a las que nos presentamos, pero pensamos que tenemos las cualidades necesarias podemos sentir frustración e impotencia. Sin embargo, si llevamos mucho tiempo buscando empleo y, aunque nos citen para entrevistas, no terminan de contratarnos hagamos lo que hagamos (probando diferentes estrategias tanto al presentar el currículum como durante las entrevistas) podemos sentir tristeza. En este caso, probablemente los constantes rechazos nos afecten al autoestima, haciéndonos creer que quizá realmente no tengamos las cualidades necesarias para ninguno de esos trabajos y que quizás solo podamos optar a empleos que realmente no nos satisfagan al no pedirnos muchas habilidades.

Esta falta de empleo también afecta a quienes sí tienen un trabajo. Quizá haya gente que piense que aquellos que tienen trabajo no tienen derecho a quejarse. La cuestión es que muchas de esas personas no están desempeñando el trabajo que les gustaría, o en caso de hacerlo, no con las condiciones laborales que desean, pero ¿por qué no intentan mejorar su situación o cambiar de trabajo? Muchas de estas personas pueden pensar que no tienen derecho a quejarse precisamente porque tienen un trabajo y eso hace que no reconozcamos nuestros derechos. Las empresas tienen derecho a elegir qué tipo de personas o perfiles profesionales son los que quieren para trabajar con ellos, pero el contrapunto es que nosotros también tenemos derecho a decidir dónde queremos (o no) trabajar. Sin embargo, cuando nos ofrecen un puesto de trabajo muchas veces no nos paramos a valorar si las condiciones son adecuadas al puesto o si las obligaciones y derechos son los que deberían ser, aceptamos el puesto tal cual nos lo ofrecen. Es importante que recordemos que tenemos derecho a mejorar nuestra situación, tengamos o no un trabajo, si no tenemos un trabajo podemos buscar algo temporal y que nos sea más accesible, pero una vez logrado no debemos acomodarnos sino buscar algo con lo que nos sintamos realizados.

Por último, creo que es importante que nos valoremos, que valoremos nuestras capacidades, que valoremos nuestras habilidades y que seamos capaces de ver el potencial que tenemos. Es importante tener expectativas realistas, pero eso no significa que tengamos que resignarnos a las opciones más fáciles (y normalmente menos gratificantes), sino que debemos luchar por conseguir trabajar en lo que nos gusta. Trabajar en algo que nos gusta y que tiene un significado para nosotros no sólo nos beneficia a nosotros, porque el sentirnos bien con lo que hacemos se refleja en nuestro trabajo y se transmite a quienes nos rodean. Así que cómo reflexión final, evaluad vuestras capacidades y habilidades, contrastadlas con vuestras expectativas, y si éstas son realistas, buscad el camino para alcanzar esas metas.

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¿Cómo afecta la escasez de empleo a los jóvenes?

En los últimos años la crisis ha provocado una serie de cambios en la sociedad, el poder adquisitivo de la mayoría de las personas se ha visto reducido e incluso muchas de ellas han perdido sus empleos. Comprar una casa o cambiar un coche antiguo, se ha vuelto muy complicado y para la mayoría es casi imposible. La generación anterior tuvo que esforzarse mucho para lograr lo que consiguió y aun así parte de ellos lo ha perdido y la mayoría de los demás observan frustrados cómo todo su esfuerzo en que sus hijos tengan una buena educación, en proporcionarles un hogar adecuado y en usar todos los medios al alcance para que sus hijos logren el éxito han sido borrados de un plumazo.

La generación actual son personas con una buena formación académica y que se encuentran en una situación de desempleo o de trabajo precario. La mayor parte de ellos, para poder ejercer la profesión que han estudiado gracias al esfuerzo de sus padres, tienen que hacerlo como autónomos, lo que implica una inversión de dinero importante que muchos no pueden afrontar. Es una situación muy frustrante tanto para los jóvenes que buscan ganarse la vida con lo que les gusta y para lo que se han preparado como para sus padres, que ha procurado que lo consiguieran.

El panorama laboral, además está afectando a otros aspectos. En primer lugar, los hijos viven más años en casa de los padres, al no poder mantenerse de forma independiente. En la generación anterior la mayor parte de la gente se casaba alrededor de los 20 años y se iban a vivir por su cuenta; sin embargo, en este momento los jóvenes en muchas ocasiones retrasan 10 años o más esta salida del hogar, incluso el número de bodas se ha reducido por el gasto que supone. Todo esto afecta también al tener hijos, ya que si no puedes mantenerte de forma independiente o en caso de que puedas no puedes pagar los gastos puntuales que supone una boda, ¿cómo vas a poder pagar los gastos que supone un hijo? ¿cómo vas a poder mantenerlo hasta que cumpla 30 años? Por otro lado y con respecto a los hijos, los padres de estos jóvenes en muchas ocasiones quieren convertirse ya en abuelos, porque una gran parte de ellos tuvieron a sus propios hijos con unos 25 años y actualmente rondan los 50 por lo que sienten que ya es el momento. En estos casos, pueden presionar a sus hijos a este respecto, lo que provoca frustración en ambas partes debido a la imposibilidad de cumplirlo.

En cualquier caso es la situación que nos ha tocado vivir, y la mejor manera de afrontarla es buscando los aspectos positivos y poniendo empeño en conseguir lo que queremos. Es difícil no desanimarse cuando te rechazan en unas cuantas ofertas de empleo, pero no hay que tirar la toalla. Si has estudiado fotografía, peluquería, informática o cualquier otro nivel de estudios que tengas, no te rindas y persigue ese puesto de trabajo en el que te vas a sentir bien, valorado y que sientas que es donde debes estar. Es importante para nuestra salud tanto física como mental que nos sintamos satisfechos con lo que hacemos.