
En los últimos años la crisis ha provocado una serie de cambios en la sociedad, el poder adquisitivo de la mayoría de las personas se ha visto reducido e incluso muchas de ellas han perdido sus empleos. Comprar una casa o cambiar un coche antiguo, se ha vuelto muy complicado y para la mayoría es casi imposible. La generación anterior tuvo que esforzarse mucho para lograr lo que consiguió y aun así parte de ellos lo ha perdido y la mayoría de los demás observan frustrados cómo todo su esfuerzo en que sus hijos tengan una buena educación, en proporcionarles un hogar adecuado y en usar todos los medios al alcance para que sus hijos logren el éxito han sido borrados de un plumazo.
La generación actual son personas con una buena formación académica y que se encuentran en una situación de desempleo o de trabajo precario. La mayor parte de ellos, para poder ejercer la profesión que han estudiado gracias al esfuerzo de sus padres, tienen que hacerlo como autónomos, lo que implica una inversión de dinero importante que muchos no pueden afrontar. Es una situación muy frustrante tanto para los jóvenes que buscan ganarse la vida con lo que les gusta y para lo que se han preparado como para sus padres, que ha procurado que lo consiguieran.
El panorama laboral, además está afectando a otros aspectos. En primer lugar, los hijos viven más años en casa de los padres, al no poder mantenerse de forma independiente. En la generación anterior la mayor parte de la gente se casaba alrededor de los 20 años y se iban a vivir por su cuenta; sin embargo, en este momento los jóvenes en muchas ocasiones retrasan 10 años o más esta salida del hogar, incluso el número de bodas se ha reducido por el gasto que supone. Todo esto afecta también al tener hijos, ya que si no puedes mantenerte de forma independiente o en caso de que puedas no puedes pagar los gastos puntuales que supone una boda, ¿cómo vas a poder pagar los gastos que supone un hijo? ¿cómo vas a poder mantenerlo hasta que cumpla 30 años? Por otro lado y con respecto a los hijos, los padres de estos jóvenes en muchas ocasiones quieren convertirse ya en abuelos, porque una gran parte de ellos tuvieron a sus propios hijos con unos 25 años y actualmente rondan los 50 por lo que sienten que ya es el momento. En estos casos, pueden presionar a sus hijos a este respecto, lo que provoca frustración en ambas partes debido a la imposibilidad de cumplirlo.
En cualquier caso es la situación que nos ha tocado vivir, y la mejor manera de afrontarla es buscando los aspectos positivos y poniendo empeño en conseguir lo que queremos. Es difícil no desanimarse cuando te rechazan en unas cuantas ofertas de empleo, pero no hay que tirar la toalla. Si has estudiado fotografía, peluquería, informática o cualquier otro nivel de estudios que tengas, no te rindas y persigue ese puesto de trabajo en el que te vas a sentir bien, valorado y que sientas que es donde debes estar. Es importante para nuestra salud tanto física como mental que nos sintamos satisfechos con lo que hacemos.