
Cada año la DGT realiza una serie de campañas por la seguridad vial en la que nos explica algunos de los principales motivos de los accidentes de tráfico. Sin embargo, existen muchos factores que no nos explican y que también son muy importantes. Desde nuestro centro, y continuando con el post anterior, queremos profundizar un poco más en este tema ya que consideramos que todavía hay muchos accidentes que podrían evitarse.
Las campañas de la DGT hacen referencia principalmente a factores como el consumo de alcohol o drogas, el exceso de velocidad, el cansancio y las distracciones. Todos estos factores son muy importantes y es necesario que comprendamos la implicación de los mismos en un accidente de tráfico, por ello vamos a verlos con más detalle.
El consumo de alcohol o drogas es algo que todos tenemos claro que afecta a la conducción ya que merma nuestras capacidades y habilidades. Sin embargo, en muchas ocasiones cuando hay un consumo de alcohol bajo, pensamos que no nos afecta y cogemos el coche, aunque sigue siendo peligroso. La conducción es un acto muy complejo que implica muchas acciones y si debido a la ingesta de alcohol perdemos precisión nuestro tiempo de reacción ante algo inesperado que ocurra mientras conducimos aumenta, lo que a su vez aumenta el riesgo de accidente.
En cuanto al exceso de velocidad éste puede deberse a varias cosas como el que la persona que conduce busque la emoción que provoca la velocidad, que haya tenido una pelea y esté experimentando una emoción intensa como la ira, que haya ocurrido algo a lo largo del viaje que lo haya retrasado y quiera «recuperar» ese tiempo, etc. Nosotros queremos centrarnos un poco en las emociones, en este caso si el conductor siente ira lo más probable es que conduzca más rápido y además que este dándole vueltas a la discusión o pelea que le ha llevado a ese estado. Por ello, esta persona no estaría dedicando toda la atención necesaria a la carretera.
El cansancio es otro factor que es muy importante, ya que como estamos diciendo la conducción necesita de nuestra atención, y el cansancio la disminuye. En este caso, lo ideal sería parar y hacer un descanso o bien cambiar de conductor. Sin embargo, si el viaje es muy largo puede que el resto de personas que viajan también estén cansadas. En este caso, es útil hablar con las demás personas que van en el vehículo ya que seguir una conversación ayuda a mantener nuestro cerebro más activo, siempre y cuando la conversación no se convierta en una discusión que nos altere. Además, el cansancio nos vuelve más irritables con lo que nos puede llevar a tener una discusión mientras conducimos, cosa muy peligrosa ya que podemos realizar movimientos bruscos, acelerar demasiado el vehículo o dejar de mirar a la carretera para enfrentarnos a la persona con la que discutimos.
Por último, para acabar con este post nos queda analizar las distracciones. Cada día hay más gente que habla por teléfono mientras conduce, que contesta a un mensaje, que manipula algún aparato mientras está en marcha, etc.; en definitiva, que aparta la mirada de la carretera durante algunos segundos para realizar estas acciones. Debido a que, sobre todo cuando viajamos por carretera o autopista, el coche va a una velocidad elevada, el riesgo de un accidente por dejar de mirar a la carretera durante unos segundos aumenta drásticamente, ya que en ese tiempo el coche puede avanzar mucha distancia y si hay algo inesperado en ese tramo como puede ser un atasco o un bache es muy probable que choquemos o nos salgamos de la carretera.
Por todo esto, desde nuestro centro creemos que debemos darle a la conducción la importancia que tiene y dedicarnos sólo a conducir y no a hacer otras actividades. Tenemos que ser conscientes de que ponemos en riesgo nuestras vidas, las de quienes nos acompañan en el vehículo y las de aquellos que conducen a nuestro lado. Os deseamos felices vacaciones y os pedimos prudencia en la carretera.