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Emociones: Cómo las clasificamos y cómo las percibimos

chica pensando

Normalmente solemos dividir nuestras emociones en dos tipos diferentes: las positivas o "buenas" y las negativas o "malas". Pero hoy quiero invitaros a hacer una reflexión sobre este tipo de clasificación: ¿realmente una emoción puede ser buena o mala por sí misma?

A mi modo de ver las cosas hay emociones que nos resultan agradables y otras desagradables, más que el hecho de que una emoción concreta sea intrínsecamente buena o mala. Para quienes piensan en términos de bueno/malo, es muy importante evitar en la medida de lo posible esas emociones malas, y suelen estar constantemente pendientes de buscar lo positivo a todo en su día a día.

Para mí, esta forma de vivir la vida no es sana a nivel psicológico, porque siempre va a haber cosas en nuestra vida que nos hagan daño y que nos hagan sentir estas emociones desagradables. Para que podáis entender bien a qué me refiero os voy a poner un ejemplo que seguramente hayáis vivido.

A todos seguramente se nos ha muerto alguien importante, y no importa por donde lo mires, no tiene un lado bueno. A medio plazo, cuando hayamos pasado el duelo por esta pérdida, las emociones que sintamos al pensar en la persona querida serán menos intensas y más agradables. Obviamente, no significa que nos alegremos de que haya muerto, pero la tristeza intensa que podemos haber sentido en el momento de la pérdida, suele transformarse en melancolía y tendemos a acordarnos de cosas buenas o agradables que hemos vivido con esa persona (normalmente con un toque de tristeza por no poder seguir disfrutando de ello). Aunque esa tristeza siga ahí, no sufrimos ni lo pasamos mal recordando a la persona que hemos perdido, sino que nos alegramos de haber podido disfrutar de todo lo vivido. La emoción que sentimos, la tristeza, puede ser la misma pero con menor intensidad y contextualizándola en nuestra mente de una manera diferente; todo ello hace que la percepción cambie y clasifiquemos esta emoción de otra forma.

Como este ejemplo podemos pensar en muchos más y en la versatilidad de las emociones en función de su contexto y de cómo queramos dirigir nuestros pensamientos. Por ello, como decía, no creo que las emociones sean por sí mismas buenas o malas, sino que depende más de cómo las percibimos nosotros/as.

Por otro lado, como os comentaba, hoy en día se ha extendido mucho el ser "positivo" todo el tiempo. Es algo que como concepto está muy bien, pero si somos realistas de verdad no es posible mantenernos así todos los minutos del día, durante todos los días, semanas, meses, etc. Como decía, todos vivimos situaciones que nos van a generar esas emociones desagradables y muchas de ellas no dependen de nosotros, por lo que no podemos controlarlas.

Mi experiencia como psicóloga me ha hecho ver, que esa idea de ser siempre positivo a todas horas, está haciendo daño a mucha gente. Es una presión constante el intentar estar "feliz" todo el tiempo, y creo que es más un ideal que una realidad alcanzable. Como es un tema bastante profundo y del que creo que hay que entender muchas cosas, seguiré hablando de ello en un post más adelante.

De momento, me gustaría finalizar este post volviendo a la pregunta del principio e invitándoos a intentar ese cambio a la hora de clasificar las emociones: Intentad no pensar en términos de emociones buenas y malas, sino emociones agradables o desagradables; porque, ¿realmente una emoción puede ser buena o mala por sí misma?.