
Todos conocemos en mayor o menor medida los síntomas y el significado de la palabra depresión, aunque poco a poco se le ha ido quitando importancia y la usamos para momentos en los que tenemos un ánimo más bajo; días en que estamos un poco tristes. Sin embargo, la depresión es algo más profundo.
Podemos encontrar diferentes tipos de depresión, con estados de tristeza más o menos profundos y que incluyan (o no) episodios de euforia. En cualquier caso, todos tienen en común una serie de síntomas como son el estado de profunda tristeza, menor interés por actividades gratificantes, sentimientos de inutilidad o culpa y problemas de concentración, con la alimentación y con el sueño, entre otros.
El origen de esta enfermedad se ha estudiado desde muchos puntos de vista y centrándose en diferentes aspectos de la misma. Por ello, podemos encontrar diferentes teorías sobre su origen. Sin embargo, estas diferentes teorías no se contradicen sino que aportan diferentes posibles orígenes que pueden darse a la vez o por separado en función de cada persona. Voy a explicar brevemente algunos de los orígenes que se han estudiado:
- Centrado en la conducta: En este enfoque se explica el origen de la depresión debido a que obtenemos pocos refuerzos positivos a las respuestas que damos, y también a la interpretación que damos de los refuerzos recibidos.
- Centrado en las valoraciones: En este caso se refiere a la auto-evaluación (cómo valoramos lo que hacemos o decimos) y al auto-refuerzo. Además, suelen ser personas que se fijan más en valoraciones negativas y no tienen muy en cuenta las consecuencias positivas.
- Centrado en la atribución: Es el modelo de indefensión aprendida. Esto significa que los sucesos negativos nos los atribuimos a nosotros de forma recurrente y en cualquier aspecto, mientras que pensamos que los sucesos positivos son obra de los demás.
- Centrado en los pensamientos: Según esta teoría, la depresión viene dada por una visión negativa de nosotros mismos, de nuestra relación con el mundo y con el futuro. Y esta visión es la que nos crea unos esquemas cognitivos que nos llevan a los estados depresivos.
- Centrados en la memoria: Este enfoque nos dice que cuando nos encontramos en un estado depresivo nos resulta más fácil recordar otros sucesos negativos y esto amplifica nuestro sentimiento de tristeza. Por ello, cuantos más recuerdos negativos tengamos, más se amplifica nuestro sentimiento depresivo.
Estos son algunos de los orígenes de la depresión, y como cada persona es única el origen puede variar o ser una mezcla entre varios de ellos.
En cualquier caso, si percibís que actuáis de alguna de estas formas ante los sucesos negativos, buscad ayuda en vuestros seres queridos antes de que vaya a más, y en caso de necesitarlo buscad ayuda profesional. Siempre hay al menos un rayo de esperanza aunque todo parezca muy negro. La depresión se puede superar si se busca el apoyo adecuado para cada uno. Así que no dejéis que la tristeza os invada, disfrutad de todos los buenos momentos que os brinda el día a día y apoyaros en vuestros familiares y amigos para sobrellevar los malos momentos.