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No olvidemos a los que ya no pueden recordar

El pasado lunes, el 21 de Septiembre, fue el Día Mundial de Alzheimer. El objetivo de la OMS al crear un día sobre esta enfermedad es darla a conocer aportando información sobre la misma y se solicita apoyo a la población general. Es importante conocer esta enfermedad en profundidad, así como las necesidades que presentan las personas que la padecen para, de este modo poder dar soluciones eficaces.

En nuestro blog ya hemos hablado en varias entradas sobre esta enfermedad, que cada vez es más común en nuestra sociedad. Por el momento, el origen de esta enfermedad no está muy claro ya que influyen muchos factores tanto en su inicio como en su evolución. Entre los factores que parecen estar relacionados con la enfermedad encontramos la herencia genética, el estilo de vida, el estado de salud, etc. Prácticamente todo afecta bien a que aparezca la enfermedad o bien a su evolución (que aparezcan antes o después los diversos síntomas).

Desde la OMS creen que lo más importante es centrarnos en la persona que padece la enfermedad, por ello, las investigaciones para encontrar un tratamiento eficaz son tan valoradas. Es cierto que esta enfermedad afecta no sólo al que la padece, sino a todo su entorno; sin embargo, si la investigación se realizada centrándose en la persona que la padece, también se encontrarán métodos o tratamientos que hagan que los familiares puedan aportar algo a la persona afectada.

Desde nuestro centro, creemos que es importante darle difusión a esta enfermedad ya que todavía no existe un tratamiento que funcione eficazmente. Los tratamientos que se les prescriben a los enfermos de Alzheimer son por ensayo y error debido al gran número de factores que influyen y a que cada medicamento afecta de forma distinta a cada una de las personas que padecen esta enfermedad. Por todo esto queríamos publicar una entrada más sobre este tema. Si queréis leer más aspectos sobre el Alzheimer, os dejamos las entradas que publicamos previamente sobre el tema: Cuidando a nuestros mayores y Los cuidados de una persona con Alzheimer.

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Los cuidados de una persona con Alzheimer

En anteriores entradas os hemos hablado de las demencias, especialmente del Alzheimer y hoy queremos continuar con ese tema. Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones esta enfermedad es degenerativa y como ya sabréis no se dispone aún de un medicamento eficaz para frenarla (y mucho menos para eliminarla). Por ello y teniendo en cuenta que cada vez más personas sufren esta enfermedad creemos que es importante que se conozca la sintomatología, la evolución y otros aspectos importantes de esta demencia.

El Alzheimer es una enfermedad que en muchas ocasiones tarda en detectarse ya que el primer síntoma son pequeños fallos de memoria, que al darse normalmente en personas mayores se asumen como propios de la edad. Sin embargo, poco a poco estos fallos de memoria se van volviendo más importantes y más frecuentes. Es importante saber que los ejercicios que estimulan la memoria consiguen mantener la memoria de la persona durante más tiempo, aunque como en otras enfermedades nunca se puede predecir con exactitud durante cuánto tiempo puede mantenerse ya que cada persona es totalmente diferente.

Algunos factores importantes a la hora de mantener el máximo tiempo la memoria son, como os decimos, los ejercicios que estimulan la memoria, mantener durante el mayor tiempo posible su nivel de actividad y estar muy atentos a otras enfermedades que puedan padecer. Respecto al nivel de actividad nos referimos a lo que suele hacer la persona, es decir, si habitualmente hace la compra, la comida, acude a misa o algún otro tipo de reunión, etc. Todas estas actividades consiguen que tenga una vida más estructurada, algo muy importante en una persona que padece esta enfermedad. También es importante como hemos dicho en otras ocasiones que mantengan su autonomía durante el mayor tiempo posible (esto cuando la enfermedad haya ido avanzando), por ejemplo, que coman ellos mismos durante el mayor tiempo en vez de darles de comer, que vayan al baño en vez de ponerles pañal, etc. Por otro lado, el tema de estar atentos a otras enfermedades nos parece importante porque influyen en el empeoramiento de la memoria. Una hospitalización puede hacer que una persona pierda mucha memoria (y su estado físico empeore también) en muy poco tiempo, una infección (y la toma del antibiótico correspondiente) puede debilitar físicamente a estas personas a un nivel mucho mayor.

Por todo esto queremos daros una breves pautas a seguir si tenéis un familiar que padezca Alzheimer:

  • Estad atentos a los primeros síntomas, ya que cuanto antes se detecte durante más tiempo podrá frenarse.
  • Intentad que la persona mantenga al máximo y dentro de lo posible su nivel de actividad previo a la detección de la enfermedad.
  • Intentad que realice actividades que estimulan la memoria.
  • Vigilad la salud de la persona ante otras posibles enfermedades.
  • Mantened unos buenos hábitos de higiene, alimentación y sueño de la persona que padece la enfermedad.
  • Si toma algún tipo de medicación, controlad bien que tome lo que debe, en la cantidad adecuada y cuando le corresponde.
  • Intentad que la persona tenga unos horarios lo más estables posibles: que se levante, desayune, coma, meriende, cene y se acueste todos los días a la misma hora. Ya que los hábitos ayudan mucho a mantener su memoria.
  • Y sobre todo dadles mucho cariño.
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Personas mayores: ¿sabemos cómo tratarlas?

En la sociedad existen muchos estereotipos que damos por ciertos, también los hay sobre las personas mayores. La idea que tenemos cuando pensamos en ellas es la de una persona débil, que enferma con facilidad, que no puede hacer las cosas del día a día por sí misma o que padece algún tipo de demencia. Como en todo, claro que estos casos existen y que cada día las demencias son más comunes, pero también están aquellas personas mayores que con 90 o 95 años siguen haciendo lo que ha hecho toda la vida.

La cuestión es que debido a la idea que formamos en nuestra mente sobre cómo es una persona mayor, a veces somos nosotros quienes los convertimos en lo que creemos que son (o que deberían ser). Y es a partir de este punto cuando surgen los malos tratos.

Con malos tratos no quiero decir que haya agresión física hacia la persona mayor ni siquiera que esos malos tratos se realicen de forma consciente, sino que no les damos el trato adecuado. Esto ocurre muchas veces por desconocimiento sobre cómo actuar, especialmente cuando la persona es más vulnerable (porque padece una demencia, porque no se vale por sí misma, etc.).

Por esto creo que es muy importante que aprendamos a tratar adecuadamente a las personas mayores. Lo mejor que podemos hacer para evitar estos malos tratos es tratarlos como a cualquier otro adulto: teniendo en cuenta sus opiniones, deseos y también es muy importante que les dejemos mantener la máxima autonomía que su estado físico y psicológico les permita. Con esto quiero decir que si una persona puede comer por sí misma, aunque le cueste más tiempo, le permitamos que lo haga. Deberíamos ser un apoyo para estas personas pero sin «inutilizarlas»; debemos ayudarles a realizar las actividades que ellos no puedan, pero sin quitarles lo que sí pueden hacer.

El mantenimiento de la autonomía de las personas mayores hace que éstas puedan conservar esas funciones durante más tiempo. Y en los casos de demencias, al mantener el cerebro más activo, les permite mantener un poco más su memoria. Es muy importante que seamos conscientes de esto, ya que estos malos tratos están presentes en todas partes; desde la propia familia a las instituciones.

Por todo esto, creo que deberíamos replantearnos la idea de cómo es una persona mayor y convertirnos en un apoyo para que estas personas puedan vivir con la dignidad y el respeto que merecen.

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Cuidando a nuestros mayores

Hoy quiero hablaros de un tema que en los últimos años ha ido cobrando mayor importancia debido al incremento de personas que lo padecen: las demencias.

Con los avances en la medicina y las mejoras en la calidad de vida, nuestra esperanza de vida se ha alargado; y a causa de ello hay un mayor número de personas que padecen diferentes tipos de demencias, de las cuales la más común es el Alzheimer. La mayoría de nosotros conocemos a alguien que la padece, bien sea un familiar nuestro o un familiar de un amigo.

Por esto, creo que es importante que conozcamos los síntomas más en detalle para poder estar atentos y detectar el Alzheimer en sus primeras fases. Ya que, si esta enfermedad se comienza a tratar en el momento en que aparecen los primeros síntomas, la vida de la persona que la padece puede mantenerse durante un tiempo mayor sin necesidad de recurrir a otro para hacer las tareas cotidianas.

En primer lugar, y antes de entrar a hablar sobre las demencias, me gustaría dejar claro que ni todas las personas padecen este tipo de enfermedades ni hay que tratarlos como incapaces en caso de que la padezcan. Lo más adecuado es tratar a las personas afectadas de la forma más normal posible, manteniendo nuestra conducta en la medida de lo posible y adaptándonos a las necesidades que tengan sin quitarles la autonomía que conserven.

Todos tenemos una idea, quizás un poco vaga de lo que son las demencias, pero hoy voy a explicarlo un poco más en detalle. Las demencias implican un deterioro del funcionamiento intelectual, que afecta al funcionamiento personal, social y laboral. Este tipo de enfermedades son degenerativas y por tanto, sus síntomas se van agravando con el paso del tiempo.

Los primeros síntomas que veremos en una persona que padezca una demencia es el deterioro de la memoria, muchas personas lo asocian con la edad, pero no todas las personas mayores sufren este deterioro (si no padecen una demencia). Este síntoma se ve reflejado en hechos como que repitan una misma historia o pregunta en un período breve de tiempo, o que se les olvide dónde han puesto una cosa de forma más o menos recurrente. En esta fase es difícil discernir si son problemas debidos a la edad de la persona únicamente o si padece una demencia, a menos que conozcamos muy bien a la persona (aun así sigue siendo difícil).

A partir de este punto, los problemas de memoria se irán agravando progresivamente, ya que la persona irá olvidando más cosas con el paso del tiempo. La pérdida de memoria es el síntoma más visible de las demencias. Pero también podemos detectarlo a través de comportamientos extraños (como guardar objetos en sitios raros o que se obsesione durante un tiempo con alguna idea que no sea real). Con esto me refiero a que guarde, por ejemplo,  el mando de la televisión en el horno o a que se enfrente a quienes la atienden diciendo que quieren envenenarla con el café (puede parecer exagerado pero son casos reales).

La evolución de esta enfermedad es muy compleja ya que depende de muchos factores como la actividad mental que haya realizado a lo largo de su vida y la que realice la persona actualmente, si padece alguna otra enfermedad, la situación social y psicológica en la que se encuentre, etc. Pero independientemente de todo ello, los síntomas iniciales son los mismos, aunque puede resultar más difícil detectarlos.

Si se detecta alguno de estos síntomas y se considera que la persona puede padecer una demencia, lo mejor que se puede hacer es acudir al médico de cabecera para que realice un examen preliminar a la persona y así valorar su estado para poder intervenir. En las primeras fases se puede mejorar mucho la memoria de la persona si se realizan ejercicios para mejorar la agilidad mental. Además, existen asociaciones que ayudan a familiares de personas que padecen estas demencias, orientándolos sobre cómo tratar al enfermo. También en vuestro centro de salud os pueden facilitar información al respecto. Así, que informaros bien y estad atentos a los síntomas, ya que podéis mejorar mucho la calidad de vida de vuestros familiares si detectáis la enfermedad en sus primeras fases.