Publicado el

La importancia de la autoestima II

La autoestima es un punto base muy importante tanto para la formación de nuestra personalidad como para alcanzar la felicidad. La autoestima como bien indica su propio nombre es el amor a nosotros mismos, lo que no quiere decir que no queramos a otras personas. En ocasiones esta definición se malinterpreta porque se asume que si te amas a ti mismo no puedes amar a otros y, además, eres egoísta por hacerlo.

Sin embargo, no puede estar más lejos de la realidad. Del nivel de autoestima que tengamos depende en buena parte la calidad de nuestras relaciones sociales. Si nuestra autoestima es alta, nos sentimos seguros y satisfechos con nosotros mismos y por ello nos acercamos a otros para conocerlos y que nos conozcan. Si nuestra autoestima es baja, las inseguridades respecto a nuestras capacidades y habilidades nos hacen retraernos e intentar evitar el contacto con otros.

Hoy en día la autoestima no es algo que tengamos muy en cuenta, ni que consideremos un problema. Tenemos presentes problemas que consideramos «más graves» como depresiones o ansiedad. Sin embargo, no nos paramos a pensar que en muchos de estos problemas también encontramos una baja autoestima. Es importante tanto para nuestra salud como para nuestra felicidad tener una buena autoestima.

Pero, exactamente ¿qué es la autoestima? Como hemos dicho, una definición genérica sería el amor a uno mismo. Es la valoración que hacemos de nosotros mismos, y en función de si ésta es positiva o negativa, nuestra autoestima será alta o baja. La autoestima es el concepto que tenemos sobre nosotros mismos en cada ámbito de nuestra vida. Estos ámbitos serían los siguientes: Nuestro aspecto físico (en donde se debería valorar tanto la parte estética como la funcional), Cómo nos relacionamos con los demás, Nuestra personalidad, Cómo nos ven los demás, Nuestro rendimiento laboral y/o académico, Nuestro funcionamiento mental (capacidad de resolución de problemas, de aprender, cultura general, etc.) y Nuestra sexualidad.

Al analizar cada uno de estos puntos y en función de la importancia que le demos a cada uno de ellos se formará nuestro autoconcepto. En muchas ocasiones, a veces por la idea que nos «ofrece» la sociedad, valoramos mucho nuestro aspecto físico (que no suele coincidir con la imagen que creemos «ideal») y no tenemos en cuenta todo lo positivo que tenemos. Por eso, os aconsejamos que le deis una vuelta al concepto que tenéis de vosotros mismos y reevaluéis lo que es más importante. Una buena autoestima ayuda a tener una buena salud y relaciones satisfactorias con los demás.