
Siguiendo con el post de la semana pasada, hoy quiero hablaros de la dependencia emocional. La dependencia emocional es un estado psicológico, normalmente lo asociamos a la pareja pero también se da con la familia y los amigos. Las personas que en mayor medida llegan a ser dependientes emocionales son las mujeres debido a la cultura que nos inculca que las mujeres somos capaces de amar incondicionalmente. Además de esto, y dado que también hay hombres que lo son, hay muchos otros factores que nos llevan a depender emocionalmente de otra persona como la dependencia económica, inseguridades personales, etc.
En muchas ocasiones las personas que tienen dependencia emocional también tienen una baja autoestima y miedo a la soledad lo que les lleva a delegar las decisiones de su vida y su propia felicidad en otra persona. Estas personas anteponen la relación de dependencia a cualquier otra cosa (otras relaciones, actividades e incluso a ella misma), la persona dependiente siempre estará por detrás de esa persona. Esto suele deberse a que idealizan a la otra persona y se autoanulan renunciando a sus propios deseos y necesidades, creyendo que la otra persona es más importante, inteligente o con más derecho que ella.
Además, para la persona dependiente es muy difícil romper esta relación. En primer lugar, no son capaces de darse cuenta de que ellos no están tomando sus propias decisiones ya que se encuentran permanentemente en un estado similar al enamoramiento. Por otro lado, y al funcionar como las adicciones, es difícil salir sin ayuda y sin volver a recaer. Y, al igual que en las addiciones, si la relación se rompe por el motivo que sea, se da en la persona dependiente un «síndrome de abstinencia».
Este síndrome suele ser una depresión mayor acompañada de ideas obsesivas sobre la relación que han perdido, y todo lo relacionado con ella (recuerdos, reflexión sobre los errores que han cometido, planes sobre cómo pueden retomar esa relación, etc.). También pueden darse síntomas de ansiedad, molestias físicas y pensamientos sobre el sinsentido de la vida sin esa relación, lo que puede llevar en ocasiones a ideas suicidas (aunque no suele ser lo habitual).
El mayor problema de la dependencia emocional es que las personas dependientes, debido a su forma de ser, siempre buscan un perfil en el otro que les complemente, es decir, que pueda llevar las riendas de la vida de ambos y normalmente que sean dominantes para que puedan someterse a esa persona.
Por todo esto creo que lo mejor es trabajar con nosotros mismos para que encontrarnos en esta situación. Aquí os dejo algunos puntos que debemos trabajar: es importante ser nosotros mismos, construir nuestras relaciones de forma que estén equilibradas, aprender a decir no, ser valientes y romper las relaciones que nos hacen daño, aprender a aceptar las pérdidas, reflexionar sobre el estado de nuestras relaciones y pedir ayuda si vemos que la necesitamos (nuestros amigos, familiares, etc. seguro que están dispuestos a ayudarnos). Sed libres de decidir en vuestras vidas.