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Hombres, mujeres y estereotipos

Hombres y mujeres, dos géneros, dos estereotipos, dos maneras de vivir. La sociedad tiene claro cuál es el futuro de cada persona desde el momento en que nacemos y formamos parte de uno de los dos sexos.

¿Qué es ser una chica o una mujer según la sociedad? Es ser una niña rodeada de juguetes, ropas y accesorios de color rosa, jugar con cocinitas y muñecas. Desde la adolescencia será esclava de su físico ya que se la juzgará por su apariencia y será muy importante que sea guapa, esté siempre bien maquillada y bien vestida. La edad adulta será complicada también porque los altos cargos no son para ella, y tendrá más posibilidades de encontrar trabajos «de mujer» como limpiar o ser enfermera.

Por su parte el chico vestirá el azul o el verde, jugará con coches y armas. Cuando sea adolescente tendrá que demostrar a sus amigos que es un hombre y no podrá llorar ni mostrar sus sentimientos porque «son cosas de mujeres» y si llorase sería «una niña». Tendrá que hacerse fuerte y luchar por un puesto importante ya que es lo que se espera de él.

Esto es lo que nos dice la sociedad que debemos ser; sin embargo, los niños pequeños no tienen esos conceptos establecidos; a un niño puede gustarle vestirse de princesa y jugar con muñecas del mismo modo que a una niña puede gustarle tener un coche teledirigido y jugar con herramientas de bricolaje. Los niños llegan a la conclusión de que uno no puede jugar con algo porque los adultos que le rodean le regalan cosas «propias de su género» y si le ven jugando con el juguete «equivocado» se lo quitan diciéndole «eso es para chicas/chicos».

Todas estas ideas que vamos enseñando a los niños se reflejan posteriormente en discriminación hacia los niños que han sido libres de jugar con lo que han querido y que por tanto son unos «mariquitas» o unas «marimachos». Además de mantener el problema de la violencia contra las mujeres, ya que la sociedad nos enseña que quien debe ostentar el poder en una relación es el hombre, y tiene derecho sobre la mujer. Por lo tanto es aceptable que se ejerza violencia sobre la mujer como forma de defender su posición.

Necesitamos liberarnos (y liberarlos) de los estereotipos que nos obligan a tener un determinado comportamiento y una forma de ser simplemente por el sexo al que pertenezcamos. De esta manera podremos ser iguales como personas ante los ojos de los demás y las etiquetas que nos bloquean y nos hacen sentir mal cuando hacemos algo propio del otro género no significarán nada.

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Violencia… ¿sólo de género?

Cada día somos más las personas que nos damos cuenta de que la ley contra la violencia de género no es suficiente para cubrir todos los casos que se dan. Con esto quiero decir que esa ley sólo es aplicable cuando los actos violentos se dan por parte de un hombre hacia una mujer. Sin embargo, creo que no debería haber una distinción entre este tipo de situación y la violencia que se da cuando los dos miembros de la pareja son del mismo sexo ya que el sexo no determina la conducta, la situación puede ser exactamente igual si obviamos el sexo de los protagonistas.

Actualmente existe en nuestro país una ley de violencia doméstica que cubre todos estos casos, sin embargo y aunque sigan considerándose delitos, no son tan graves ante la ley como la violencia ejercida por un hombre hacia una mujer y como consecuencia las penas que se les impone a los agresores y agresoras son mucho menores. Por esto, creo que debería haber una ley en la que se incluya todos los tipos de violencia que se den en el ámbito doméstico y con consecuencias proporcionales al daño infligido.

Últimamente hemos podido ver que la violencia de género no sólo afecta a la mujer, ya que en ocasiones el agresor hace daño a los hijos para de este modo hacer daño a la mujer. La ley de violencia de género no contempla esto. Pienso que sería bueno para la sociedad que aprendieramos a reconocer las situaciones que nos pueden llevar a ser víctimas de violencia, a reconocer las actitudes de las personas agresoras y para ello publicaré en una entrada próxima algunos de estos indicios, además de cómo funciona el ciclo de la violencia en estos casos.

Por otro lado creo que es importante que todos estemos concienciados sobre la violencia, que no la aceptemos sin más como algo normal ya que a veces nos «acostumbramos» a ella por verla constantemente en televisión: en las noticias, en películas, etc. Es importante que no nos anestesiemos hacia los actos de violencia, que no veamos esta situación tan fríamente que simplemente sean números, tenemos que darle importancia porque detrás de cada situación de violencia hay mucha gente que sufre y que no sabe cómo salir de ella.

Como os he dicho, más adelante publicaré una entrada con indicios sobre este tipo de actitud violenta y sobre el funcionamiento del ciclo de la violencia que espero os sirva para prevenir este tipo de situaciones cuando aún se está a tiempo de hacerlo de una forma relativamente fácil.

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Sociedad y autoestima

Todos sabemos el significado de la palabra autoestima y sabemos en qué consiste, pero quizá no nos estemos preocupando demasiado en mantener nuestra autoestima en un buen nivel y eso nos está afectando a la hora de nuestro funcionamiento diario.

La sociedad nos ha impuesto una serie de modelos a seguir, que tienen características diferentes en función de si somos mujeres o si somos hombres. Pero al fin y al cabo, nos marca a ambos sexos un camino que debemos seguir para tener un valor. Es muy difícil salirse de estos modelos y que de verdad nos sintamos bien con nosotros mismos sin ser como nos indica la sociedad que deberíamos; pero lo importante para tener una buena autoestima es ser nosotros mismos y valorarnos por ser así, independientemente de lo que nos diga la sociedad.

Para poder llegar a ese punto en el que nuestra valoración sobre nosotros mismos es la más importante de todas, debemos trabajar en ello. Es importante que valoremos todas las cosas buenas que tenemos, a pesar de que nos parezcan pequeñas o insignificantes, porque todo cuenta. Y a pesar de lo que nos diga la sociedad, en la que prima el aspecto físico ante todo (y con estándares muy determinados), debemos valorarnos más por otras virtudes que tenemos.

Si bien es cierto que llevar una alimentación equilibrada y hacer deporte nos ayudan a mejorar nuestra autoestima debido a que el funcionamiento de nuestro cuerpo mejora, también es muy importante ser capaces de realizar otras actividades que nos resulten gratificantes y valorarlas. Además de esto, aprender a manejar las situaciones sociales de forma asertiva también mejora nuestra autoestima ya que con la asertividad podemos resolver problemas defendiendo nuestros derechos pero sin faltar al respeto a los demás, evitando sentimientos de culpa o enfrentamientos.

Por eso, os recomiendo que para comenzar a mejorar vuestra autoestima escribáis en una hoja todas las cosas positivas que tenéis, todo lo que sois capaces de hacer (aunque os parezca poco importante) y podréis comprobar que tenéis muchas más cosas por las que ser felices de las que pensáis. Además intentad mejorar vuestra asertividad, recordando siempre que para ser asertivos tenemos que respetar a los demás y a nosotros mismos.